Imagina por un momento cómo te sentirías paseando por una tienda en la que no puedes identificar qué productos o servicios venden ahí. ¿Desorientado? ¿Cuánto tiempo tardarías en salir?
En una web sucede lo mismo. Cuando somos incapaces de identificar al instante dónde estamos y qué hay ahí para nosotros abandonamos esa página al momento. No hay marcha atrás.
Si tu sitio web no es un medio de comunicación masivo o una empresa globalmente reconocida en su sector, la página de inicio debería comunicar al usuario:
- Dónde está. Qué haces o Qué hace la empresa.
- Qué puedes hacer por él. Qué servicios y/o productos ofreces.
- Qué te diferencia de la competencia. Cuál es el principal beneficio para él.
El usuario debería obtener esta información de manera rápida, eficiente y con el menor esfuerzo.
Hay quien habla de 4, de 5 o de 6 segundos… da igual el tiempo exacto puesto que variará ligeramente en función de cada usuario. El hecho es que en Internet siempre tenemos prisa; ¿cuántas pestañas tienes abiertas ahora mismo?
La idea clave es que el usuario capte toda esta información en un solo golpe de vista.